Santos Cirilo y Metodio. Siglo IX.
De Tesalónica, los dos hermanos llevaron el evangelio por el imperio de Moravia. Para ello, crearon el alfabeto cirílico con el que tradujeron la Biblia y el Misal a la lengua eslava. Fueron nombrados co-patronos de Europa por el Papa Juan Pablo II.
Una alianza peculiar y arcoirís
«Tomad y bebed todos de él, porque éste es el cáliz de mi Sangre, Sangre de la alianza nueva y eterna…» En la consagración de la misa sale una palabra que es clave: Alianza. Continuamente hablamos de la antigua y de la nueva alianza. La más antigua alianza la hizo Dios con Noé. Vamos a ver en qué consistió.
Hemos leído en la Biblia que hubo un diluvio universal. Sólo sobrevivieron los que se encontraban dentro del arca de Noé. Después del diluvio, Dios dijo a Noé que quería hacer una alianza con él: se comprometía a no alterar el orden natural, y que la señal de esta promesa sería el arcoíris. (Génesis 8, 9-12).
Después los judíos rezarán mil veces recordando a Dios su alianza, y así continuamos los cristianos, como diciéndole: «Tú que por fidelidad a la promesa que hiciste a Noé respetas el orden natural y el sol sale todos los días y el arcoíris continúa vistiendo el cielo, te pedimos que seas igualmente fiel al plan de la salvación. Respeta tu alianza.»
¿Qué quiere decir Alianza? Si dos de nosotros hacemos un pacto y uno de los dos lo rompe, el compromiso queda anulado automáticamente. En un pacto o acuerdo entre dos, el incumplimiento de uno libera al otro de la obligación acordada. Pues bien: la palabra hebrea Berith que hemos traducido por alianza no significa pacto o contrato bilateral. La palabra hebrea quiere decir lo que Dios establece con Noé: el compromiso por parte de Dios de que el sol salga todos los días, independientemente de cómo me porte yo. La alianza de Dios no es como un pacto nuestro, la alianza es un pacto entre Dios y nosotros en el que Dios se compromete unilateralmente, con independencia de que nosotros cumplamos nuestra parte.
Esto es muy importante: si yo no cumplo mis obligaciones, Dios no queda liberado de su palabra. La alianza que Dios ha hecho con el hombre le compromete a no romperlo jamás.
Jesús renueva la alianza: ésta es la sangre de la nueva alianza. Nos ha ganado el perdón de Dios, nuestra vida eterna, nuestra salvación. Lo que nos une a Dios no es un pacto entre dos, sino que él está comprometido a concedérnoslo siempre. Por eso los cristianos somos siempre optimistas y positivos. Tenemos un Dios que es un experto en amor porque es Amor puro.
Nosotros somos libres y podemos impedir que dé frutos en nosotros. No podemos impedir que exista el deseo y empeño de Dios por salvarnos, aunque sí puedo rechazarlo.
Hoy celebramos el día de los enamorados. Puede ser un buen día para imitar a Dios en sus alianzas. A quien amemos, que le demos lo conveniente y necesario que esté en nuestra mano, que le deseemos y hagamos el bien… aunque no corresponda. Que no saquemos la calculadora: me ha hecho esto tantas veces y yo a él tantas otras, por lo que hasta que él no recoja dos veces más la cocina yo no lo haré… Que demos aunque no recibamos.
Dios nuestro, tú que por fidelidad mantienes el orden del mundo, sé fiel a la promesa que nos has hecho de darnos la vida eterna, aquí en la tierra y después en el cielo. Y te pido que yo sea fiel a los demás con este mismo estilo tuyo. Que sea un enamorado como tú: fiel aunque no me correspondan.
Agradécele otra vez más, pídele confiar más en su alianza. Después termina con la oración final.
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