Santa Catalina de Alejandría, Virgen y Mártir. Siglo IV.

Se enfrentó a los sabios de su tiempo, venciendo en la palestra de la razón y logró la conversión de algunos. Sufrió un duro martirio. Es la patrona de los aficionados al saber.

Le debo la vida

Se salvó de milagro. Un amigo mío tuvo un accidente en moto bastante grave. Cuando iba a mucha velocidad, no sabe cómo, la moto bailó. No pudo controlarla y perdió el equilibrio. La moto y él salieron disparados, cada uno por un lado. Él quedó muy mal parado. El principio parecía muerto, y de hecho casi lo estaba.

Fue ingresado rápidamente. Enseguida fue sometido a una operación que se alargó durante cuatro horas. Gracias a la pronta intervención del médico de guardia, fue capaz de salir adelante poco a poco.

Cuando mi amigo se recuperó plenamente y volvió a hacer vida normal, lo primero que hizo fue ir a agradecer a aquel médico lo que había hecho por él. Y a partir de entonces todos los años, en la fecha del accidente, le enviaba un buen regalo: «¡Le debo la vida!», le repetía.

Me sirve este caso para entender la relación que existe entre un alma que sale del purgatorio y la persona que ha rezado por ella, y gracias a esas oraciones él ha pasado al cielo. Lo primero que hará esa persona al llegar ante Dios será interceder: tratará de ayudar, como sea, a quien le ayudó a dar el paso definitivo al Cielo.

Dios mío, quiero sacar muchas almas del purgatorio. Por ti, para que seas alabado y goces con todos tus hijos. Por ellos, para que cuanto antes disfruten de ti. Escúchales cuando te presentan nuestras necesidades. Gracias.

Ahora puedes seguir hablando a Jesús y María con tus propias palabras, comentándole algo de lo que has leído. Repasa si estás ofreciendo cosas por las almas del purgatorio, como te propusiste al principio del mes.

Ver todos Ver enero 2022