Santo Domingo de Guzmán, Fundador de los Dominicos. Siglo XIII.

De origen burgalés, estuvo en el sur de Francia de misionero predicando durante 10 años. Fundó su Comunidad de predicadores en 1216. La gente lo veía siempre con rostro alegre, gozoso y amable. Pasaba noches enteras en oración.

Los otros dos defectos

François-Xavier Nguyen van Thuan continúa:

«Cuarto defecto: Jesús es un aventurero.

»El responsable de publicidad de una compañía o el que se presenta como candidato a las elecciones prepara un programa detallado, con muchas promesas. Nada semejante encontramos en Jesús. Su propaganda, si se juzga con ojos humanos, está destinada al fracaso.

»Él promete a quien lo sigue procesos y persecuciones. A sus discípulos, que lo han dejado todo por él, no les asegura ni la comida ni el alojamiento, sino sólo compartir su mismo modo de vida.

»A un escriba deseoso de unirse a los suyos, le responde: “Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza” (Mateo 8, 20).

»El pasaje evangélico de las bienaventuranzas, verdadero “autorretrato” de Jesús, aventurero del amor del Padre y de los hermanos, es de principio a fin una paradoja, aunque estemos acostumbrados a escucharlo:

»“Bienaventurados los pobres de espíritu…, bienaventurados los que lloran…, bienaventurados los perseguidos por… la justicia…, bienaventurados seréis cuando os injurien y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos” (Mateo 5, 3-12).

»Pero los discípulos confiaban en aquel aventurero. Desde hace dos mil años y hasta el fin del mundo no se agota el grupo de los que han seguido a Jesús. Basta mirar a los santos de todos los tiempos. Muchos de ellos forman parte de aquella bendita asociación de aventureros. ¡Sin dirección, sin teléfono, sin fax…!

»Quinto defecto: Jesús no entiende ni de finanzas ni de economía.

»Recordemos la parábola de los obreros de la viña: “El Reino de los Cielos es semejante a un propietario que salió a primera hora de la mañana a contratar obreros para su viña. Salió luego hacia las nueve y hacia mediodía y hacia las tres y hacia las cinco… y los envió a su viña”. Al atardecer, empezando por los últimos y acabando por los primeros, pagó un denario a cada uno (cf. Mateo 20, 1-16).

»Si Jesús fuera nombrado administrador de una comunidad o director de empresa, esas instituciones quebrarían e irían a la bancarrota: ¿cómo es posible pagar a quien empieza a trabajar a las cinco de la tarde un salario igual al de quien trabaja desde el alba? ¿Se trata de un despiste, o Jesús ha hecho mal las cuentas? ¡No! Lo hace a propósito, porque —explica—: “¿Es que no puedo hacer con lo mío lo que quiero? ¿O va a ser tu ojo malo porque yo soy bueno?”

»Y nosotros hemos creído en el amor.

»Pero preguntémonos: ¿por qué Jesús tiene estos defectos? Porque es Amor (cf. 1 Juan 4, 16). El amor auténtico no razona, no mide, no levanta barreras, no calcula, no recuerda las ofensas y no pone condiciones.

»Jesús actúa siempre por amor. Del hogar de la Trinidad él nos ha traído un amor grande, infinito, divino, un amor que llega —como dicen los Padres— a la locura y pone en crisis nuestras medidas humanas.

»Cuando medito sobre este amor mi corazón se llena de felicidad y de paz. Espero que al final de mi vida el Señor me reciba como al más pequeño de los trabajadores de su viña, y yo cantaré su misericordia por toda la eternidad, perennemente admirado de las maravillas que él reserva a sus elegidos. Me alegraré de ver a Jesús con sus “defectos”, que son, gracias a Dios, incorregibles.

»Los santos son expertos en este amor sin límites. A menudo en mi vida he pedido a sor Faustina Kowalska que me haga comprender la misericordia de Dios. Y cuando visité Paray-le-Monial, me impresionaron las palabras que Jesús dijo a santa Margarita María Alacoque: “Si crees, verás el poder de mi corazón.”

»Contemplemos juntos el misterio de este amor misericordioso.»

Señor, he creído en tu amor. Que sea aventurero, que me olvide de los criterios económicos con mi familia y con mis amigos. Graba en mi alma que el mejor amigo es quien da la vida por sus amigos, y que así lo viva yo. Que los cristianos enseñemos lo que aprendemos de ti, que enseñemos al mundo qué significa ser amigo.

Coméntale ahora estos otros dos defectos. Pídele que cambie tu corazón hasta hacerlo defectuoso como el suyo. ¿No salen de tu boca frases del tipo «yo he hecho tantas veces y tú…», o «yo he dado tanto y él…»? Pregúntale qué quiere que hagas, y si puedes concreta algo.

Ver todos Ver enero 2022