San Francisco de Jerónimo, presbítero jesuita. 1642-1716

Sacerdote misionero jesuita, que destacó por su amor a los pobres, misioneros y oprimidos. Convertió a muchos pecadores, a los que siguió hasta los antros del vicio, donde fue brutalmente maltratado.

El truco

«Pura lana virgen». «¡Da gusto un aire tan puro!» «Agua pura y cristalina». «Puro sabor americano»… Frases impactantes de anuncios publicitarios.

El gran elogio de cualquier cosa es la pureza: no contaminado, sin adulterar, genuino, no pasado, auténtico.

María es Pura, la Purísima, porque es la llena de gracia. ¿Qué es la gracia? Contesta Benedicto XVI: «En nuestro pensamiento religioso ciertamente hemos cosificado demasiado este concepto, hemos considerado la gracia como algo sobrenatural que llevamos en el alma. Y, puesto que de ella no podemos sentir gran cosa, o nada en absoluto, se nos ha ido convirtiendo paulatinamente en irrelevante, en una palabra vacía de la jerga cristiana que ya no parece guardar relación alguna con la realidad vivida de nuestra cotidianidad. En realidad, “gracia” es un concepto relacional: no expresa nada sobre una propiedad de un yo, sino sobre una conexión entre yo y tú, entre Dios y hombre…. “Llena eres de gracia” lo podríamos haber traducido también como “estás llena del Espíritu Santo”, estás en conexión vital con Dios.»

Santa María ¡qué alegría!, que Tú, mi Madre, seas piropeada siempre como «Pura», por tu corazón puro, generoso, limpio, grande. ¡Ayúdame a vivir, siempre y en todo momento, la virtud de la pureza! En las tres Avemarías de la noche te pido, de rodillas (como para suplicártelo también con mi cuerpo) el regalo de la pureza para mí y para los míos.

Con qué sencillez y alegría se expresaba aquel chaval: «¡Las tentaciones de pureza ya no son un problema! ¡Ya tengo el truco!, acudo enseguida a la Virgen —un Bendita sea tu Pureza— para luchar, y ¡cómo me ayuda! Es lógico: la llena de gracia siempre nos ayudará a seguir conectados con Dios, a mantenernos en gracia… porque es lo más grande que tenemos: nuestra relación con Dios.

Perdona, Madre mía, porque muchas veces me parece que pedir ayuda es… lo de menos, lo menos importante. Lo que pienso, en el fondo, es que para vencer lo que importa es lo que pueda hacer yo solo. Mi relación contigo me ayudará a aumentar y defender mi relación con Dios, o sea, a estar en gracia.

Ahora puedes seguir hablando a María con tus palabras, y puedes rezarle despacio, con ilusión, porque le va a gustar, el Bendita sea tu pureza, y eternamente lo sea, pues todo…

Ver todos Ver enero 2022